Manifiesto contra la Guerra de Irak
Miércoles, 2 de diciembre del 2009“Este es uno de los documentos emitidos por la Asociación de la Prensa de Oviedo hace unos años, durante la Guerra de Irak, con motivo de la muerte de los informadores Julio Parrado y José Couso”
La Asociación de la Prensa de Oviedo ha hecho suyo, hace unos años, un credo en forma de manifiesto por la libertad de expresión, que finaliza con una advertencia a quienes ostentan el poder de la violencia o el dinero, -a los señores de la guerra y el terror, a los señores de vidas y haciendas-. DICE ASÍ: “Recordad que el poder de la palabra es invencible. Que el bastión de la conciencia no puede ser asaltado, porque es irreductible. Que siempre perderéis la guerra por esa libertad última: la libertad de expresión, que es el eco de la libertad de conciencia”
A esa defensa de la libertad de expresión os llamamos hoy desde esta tribuna, cuando la sangre de once periodistas, –dos de ellos ciudadanos españoles–, riega aún la arena de Irak.
En reconocimiento a su sacrificio, os pedimos, no el aplauso agradecido y solidario, sino la defensa de la causa por la que han dado su vida: la libertad de todos, que tiene su base en la libertad de expresión, que algunos erróneamente creen que pueden cercenar con un misil o un obús. Demostradles su error, reclamando, sin desfallecer, el derecho a ser informados, como mejor garantía de una sociedad libre.
A veces, los periodistas, mojamos la pluma en sangre ajena y escribimos pensando que es inspiración. Cuando, -como ocurre ahora-, la sangre es propia, -la de Julio, la de José-, no llegan las palabras al papel. No es, sin embargo, el interés bastardo del corporativismo, quien hoy nos lleva a transmitiros estas palabras sin inspiración, sembradas tan solo de impotente rabia. Es la voluntad de proseguir la estela, -no solo de quienes físicamente han muerto en Irak, bajo el misil ciego de un dictador, o el obús asesino de un invasor ilegal- sino de los periodistas que, a diario, morimos en espíritu crítico, en voluntad de servir a nuestros ciudadanos, en todas las redacciones, a manos de los asesinos de la verdad.
Decía un defensor de las libertades, como era Martin Luther King, -también mártir de ellas-, que “nadie se nos montará encima, si no doblamos la espalda”. Desde aquí, en este acto por la libertad, que es lo que significa un acto contra la guerra, la injusticia, la ilegalidad y la mentira, os pedimos ayuda para mantenernos en pié, sin agacharnos; porque el peso de la verdad, el ronzal del dinero, o las bridas del poder, nos doblan con más frecuencia de la que nuestra conciencia nos grita.
No queremos más sangre inocente sobre una humanidad silenciosa.
No queremos intereses pisoteando la verdad.
No queremos falsas noticias en nuestros informativos.
No queremos unas empresas periodísticas que traicionen nuestro trabajo por su beneficio político o económico.
Demostrémosles el poder de la palabra. A los señores de la guerra; a los señores de vidas y haciendas.
Ayudadnos a ello siendo la inspiración permanente, con solo que gritéis, masivamente: ¡viva la libertad!
Por la libertad de expresión; por la sangre de Parrado y Couso:
¡¡¡¡ VIVA LA LIBERTAD!!!! . ¡¡¡¡VIVA LA PAZ!!!!