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AsociaciÓn de
la prensa de Oviedo

Javier Bueno y Juan Antonio Cabezas, el valor de las ideas

Sábado, 1 de mayo del 2010

  

Un momento de la conferencia

 

 

         

   

Javier Bueno y Juan Antonio Cabezas fueron los protagonistas de la segunda y última jornada, el 30 de abril, del ciclo de conferencias Recuperando la memoria, organizado por la Asociación de la Prensa de Oviedo dentro de los actos de su centenario. Ambos periodistas se conocieron en el diario Avance y sufrieron la persecución durante la Guerra Civil. El acto se convirtió en un homenaje a toda una generación de periodistas. “Se salda una deuda con periodistas que dieron su vida o padecieron la cárcel por ejercer su profesión antes de la Guerra Civil”, señaló Xuan Cándano durante la presentación de las ponentes. 

  

La periodista Elvira Bobo fue la encargada de glosar la figura de Juan Antonio Cabezas, su abuelo, mientras que la también periodista y profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense Mirta Núñez recorrió la vida de Javier Bueno. Ambos confluyeron en sus inicios, en el diario Avance y en el cautiverio, en la prisión de Porlier, en Madrid.  Ambos fueron condenados a muerte pero, por azar del destino, corrieron distinta suerte: a Bueno lo fusilaron y Cabezas sorteó la pena capital y sufrió largos años de cárcel hasta su liberación. 

  

Elvira Bobo realizó un detallado retrato de la vida de su abuelo, quién descubrió el interés por el periodismo literario en Cuba, con 16 años. Esa pasión le llevaría a padecer la persecución y condena a muerte. Su nieta relató el intento de huída en un barco que salía del Musel y que fue interceptado –arroja al agua su pluma con su documentación y cambia de nombre–, el “simulacro de juicio” por el supuesto delito de rebelión por sus artículos en Avance, y su condena a muerte. En una mirada hacia atrás, hacia los inicios de Juan Antonio Cabezas en El Carbayón, recordó el encargo de escribir la biografía de Clarín, cuando la Revolución de Octubre estaba en marcha, su último encuentro con Leopoldo Alas, rector de la Universidad de Oviedo, el cierre de Avance y el momento en el que su abuelo “cambia la pluma por los fusiles y se ve convertido en improvisado corresponsal de guerra”. 

  

Apresado, trasladado de un centro a otro, condenado a muerte “por ser periodista, por defender la cultura”, en palabras de Elvira Bobo. La periodista contó los azarosos años de prisión en los que su abuelo va esquivando la ejecución de la pena tras participar en un concurso periodístico para presos y pasar a escribir en un periódico de prisión. El “redactor recluso”, firmaba. “De tanto pensar en la muerte se seca el espíritu”, recordaba Elvira Bobo que decía. En 1941 se le conmutó la pena de muerte y tres años después sale de la cárcel con “tres biografías, una novela y 12.000 artículos publicados”, señaló su nieta. “Su profesión le persiguió toda la vida, le trajo de La Habana, le condenó y le salvó”. 

  

Javier Bueno “sabía que la ejecución de su condena no tenía vuelta de hoja”. Así comenzó Mirta Núñez el recorrido por la vida de “un periodista de raza” que en 1931 dirige Avance. Detenido y condenado en consejo de guerra nada más estallar la revolución obrera, describió la periodista, Bueno, tras la Amnistía, se empeña en volver a sacar Avance en 1936 y cuando “tiene conocimiento del Golpe militar que desencadena la Guerra Civil le lleva a actuar no solo con la pluma”. Tras ser apresado en Madrid es encarcelado y en la prisión pasa sus últimos días impartiendo clases de Gramática a los reclusos. El 27 de septiembre de 1939, recordó Mirta Núñez, es ejecutado y su familia hereda esa persecución. “La Ley de Responsabilidades Políticas que se le aplica a Bueno afecta también a su familia. Su primera mujer y siete hijos fueron expulsados de su casa y se vieron obligados a vivir durante meses en un garaje; su segunda esposa fue encarcelada y su hijo común vagaba por los campos de concentración franceses”. nJavier Bueno sufrió la persecución, la cárcel y la muerte como muchos otros perseguidos por las fuerzas franquistas, recordó Mirta Núñez. “Las verdaderas víctimas no fueron ellos, sino los que los condenaron y silenciaron”, concluyó. 

  

Asociación de la Prensa de Oviedo 

  

El periodismo de Antonio L. Oliveros y Ovidio Gondi

Sábado, 1 de mayo del 2010

La Asociación de la Prensa de Oviedo inició el jueves 29 de abril el ciclo de conferencias ‘Recuperando la Memoria’, con el recuerdo a Antonio L. Oliveros y Ovidio Gondi, unidos por su pasión por el periodismo y el destierro a causa de la Guerra Civil . El ciclo se enmarca en los actos de celebración del centenario de la asociación periodística, tal como destacó su presidente, José Antonio Bron, en la presentación del acto.

 

Jesús Mella, profesor y Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo,  y Melchor Fernández, periodista y Consejero Editorial Prensa Asturiana, fueron los ponentes de esta primera jornada celebrada en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo.

 

Con el título Antonio L. Oliveros. El periodismo decente”, Jesús Mella repasó la historia del periodista nacido en Puerto de Vega en 1878 y al que definió como “sobrio, trabajador, íntegro y exigente”. Pese a ser uno de los mejores periodistas, “el mejor memorialista asturiano del pasado siglo –describió Mella—su figura fue desacreditada”.  A lo largo de su conferencia, el historiador relató la emigración a Cuba de López Oliveros, su participación en la contienda cubana con 16 años y su regreso a España, donde sería director del periódico El Noroeste, de Gijón. Este diario se convierte, explicó Mella, en “un referente del republicanismo democrático a escala nacional y uno de los mejores diarios de España”. Oliveros acabó “siendo una figura desacreditada para izquierdas y derechas y olvidada para casi todos”, concluyó el historiador no sin antes recordar como deuda pendiente una calle con su nombre en Gijón.

 

Ovidio González Díaz (Ovidio Gondi) nació en El Entrego en 1908 y falleció en México. Melchor Fernández le definió como “un voraz lector” a quien la lectura le llevó a la escritura, “un joven inquieto”, añadió, que publicó versos y prosas en revistas madrileñas. En 1939 llegó a Veracruz, con 31 años y su esposa a punto de dar a luz. Nunca regresaría a España. La razón está, a su juicio, en que “había llegado a idealizar tanto lo que había perdido que tuvo miedo a confrontarlo con la realidad”. Pese a los largos años en la otra orilla del Atlántico, Ovidio Gondi nunca dejó de ser un periodista asturiano, antiguo reportero de guerra en las filas del diario Avance, “incluso conservaba el acento”, relató Melchor Fernández.

 

Asociación de la Prensa

 

 

El capador sobre la gocha

Lunes, 22 de marzo del 2010

 

 

“Taba el capador sobre la gocha” es un refrán asturiano que nos habla de mala premura, de precipitación incorrecta que se abalanza sobre un objetivo equivocado, es una advertencia para fijarse bien antes de hacer algo. Capar es, además del castrar de toda la vida, en jerga informática la restricción que se impone a un ordenador para que no puedan descargarse desde él determinadas aplicaciones o programas, o también las limitaciones de acceso a determinadas páginas webs. Las administraciones, las oficinas de servicios, los cuarteles, muchos centros de trabajo están llenos de ordenadores capados desde los que no es posible leer la prensa deportiva on line, por ejemplo; o mucho más comúnmente, desde los que no se pueden visitar páginas pornográficas.

 

Tiene sentido, en la mayoría de los casos, ¿pero es razonable capar los ordenadores de la redacción de un medio de comunicación? La verdad es que no, al menos no en un medio que se presente ante sus lectores, sus oyentes o espectadores como una plataforma de comunicación del siglo XXI y no una gaceta decimonónica. Ocurre con demasiada frecuencia que resulta imposible desde el ordenador de un periodista realizar las acciones más inocuas como descargarse un navegador de internet que no sea el Explorer de Microsoft, o siquiera alguna de las versiones gratuitas de Flash que le permitan ver una animación. Y no estamos hablando de pasar las horas más entretenidos. Que haya que pararse a explicar a los responsables directivos de un medio por qué es beneficioso utilizar un navegador que no sea el que por defecto suele venir integrado en los sistemas operativos nos habla de un peligroso analfabetismo digital, cuando no, y esto sí es triste, de que no leen lo que se publica en los medios que ellos dirigen pues son cada vez más recurrentes las informaciones de ámbito europeo en las que se trata de poner coto a las prácticas monopolísticas. ¡Ah! y las animaciones no son dibujos animados, muchas de las mejores y más científicas informaciones se realizan hoy en infográficos o cartogramas que tienen animaciones, datos y cifras, en movimiento. No poder verlas es dejar tuertos a quienes se supone que debemos ser los ojos de la sociedad.

 

Pero si sólo se tratara de lo que acabamos de decir podríamos hablar de un pecado venial, cosa de gentes poco informadas –aunque con frecuencia se jacten de ser popes, gurús e iconos de la información–, un fallo que se arregla fácilmente. Que va, también es demasiado frecuente –porque una sola vez ya sería demasiado– que se coarte el acceso a redes sociales como Facebook*,  marcadores de envío de noticias como Meneame y, ya el colmo de los colmos, limitar que se puede acceder a blogs de cualquier tipo con todas las cortapisas al conocimiento y a la información que esto representa. Todo esto significa desconocer el verdadero ritmo al que se mueve la información en la actualidad y la posibilidad de acceder a ella a tiempo, pero también las posibilidades que ofrece abrirse a fuentes no convencionales y, en definitiva, poner algo de freno al desprestigio que sufre la profesión por limitarnos a ser papagayos o loros que repiten como un altavoz lo que instancias oficiales proclaman sin el menor espíritu crítico.

 

Queremos pensar que esto se trata también de mero desconocimiento de las nuevas tecnologías, y no –de ninguna manera, bajo nigún concepto, no se nos pasa por la cabeza– de tratar de controlar desde la jerarquía de la redacción la información que le es lícito conocer a un periodista para poder llevar cabo su trabajo con eficacia. Supongo que sabrán que eso es tan vano como tratar de capar a una gocha.

 

(*) Sí es cierto que determinados diarios anglosajones, como el New York Times han establecido un decálogo de comportamiento muy restrictivo para sus redactores en las redes sociales con el objetivo de que no se pueda cuestionar la imparcialidad de sus informaciones. Algunos de sus puntos son bastante discutibles, pero lo mejor sería tratarlo en un artículo aparte. En este enlace: http://paperpapers.blogspot.com/2009/01/la-deontologia-20-del-ny-times.html se resumen sus puntos principales.

 

Luis Ordóñez

Periodista

Festividad de San Francisco de Sales

Viernes, 29 de enero del 2010

 

 

 

La Asociación de la Prensa de Oviedo celebró el 22 de enero una cena-baile con motivo de la festividad de San Francisco de Sales. Con este acto se abre la conmemoración del centenario de la institución periodística. Durante la velada se hizo entrega del Título de Honor a Graciano García y Melchor Fernández. Sobre estas líneas, cuatro instantáneas del acto. Los galardonados, con la escultura del artista asturiano Adolfo Manzano (arriba). El presidente de la Asociación de la Prensa de Oviedo, José Antonio Bron, entrega los galardones, y Graciano García se dirige a los asistentes a la cena.

Contra la precariedad laboral y los despidos

Domingo, 10 de enero del 2010

 

La Asociación de la Prensa de Oviedo convocó hace un año dos concentraciones de protesta contra la precariedad laboral y los despidos en los medios de comunicación asturianos. La primera manifestación se celebró en Gijón el 17 de febrero, y la segunda, el 21 de ese mismo mes en Oviedo. Los despidos y cierres en las televisiones locales, como Telegijón o Localia Televisión, y en diarios regionales, como La Voz de Asturias, que aplicó un ERE por el que se fueron a la calle 12 trabajadores, motivaron el llamamiento a una movilización de los profesionales asturianos. Las concentraciones contaron con el apoyo de sindicatos y representantes políticos.

Un año después, la situación empeora. Ha aumentado la precariedad laboral y bajado los salarios, además de producirse rescisión o no renovación de contratos no sólo en medios de comunicación sino también en gabinetes profesionales. En el caso de La Voz de Asturias, tiene aprobado  un nuevo ERE que despedirá a 36 trabajadores de una plantilla ya reducida, como paso previo a la compra del periódico por parte del grupo Mediapubli.

       

Dos de los carteles elaborados por los trabajadores de La Voz de Asturias para protestar contra el primer ERE

Bienvenid@ a nuestro blog

Sábado, 9 de enero del 2010

prensa3Este es nuestro blog. Un medio para que todos podamos informar, opinar y contar, en definitiva, nuestras inquietudes. Una plataforma en la que comentar cuestiones que nos interesan a todos y que, muchas veces, nunca saldrían reflejadas en los medios de comunicación. En un momento en el que el paro, la precariedad laboral, los bajos salarios, y las presiones empresariales afectan de lleno a nuestra profesión es necesario más que nunca un lugar de encuentro en el que podamos expresarnos. Os invitamos y animamos a que enviéis vuestros artículos y comentarios, siempre desde la base del respeto y la moderación, ya que damos por hecho que todos somos profesionales y conocemos dónde está el límite entre la libertad de expresión y la descalificación. Podéis enviar colaboraciones a: info@asociacionprensaoviedo.com

 

Asociación de la Prensa de Oviedo

Manifiesto contra la Guerra de Irak

Miércoles, 2 de diciembre del 2009

“Este es uno de los documentos emitidos por la Asociación de la Prensa de Oviedo hace unos años, durante la Guerra de Irak, con motivo de la muerte de los informadores Julio Parrado y José Couso”

 

La Asociación de la Prensa de Oviedo ha hecho suyo, hace unos años, un credo en forma de manifiesto por la libertad de expresión, que finaliza con una advertencia a quienes ostentan el poder de la violencia o el dinero, -a los señores de la guerra y el terror, a los señores de vidas y haciendas-. DICE ASÍ: “Recordad que el poder de la palabra es invencible. Que el bastión de la conciencia no puede ser asaltado, porque es irreductible. Que siempre perderéis la guerra por esa libertad última: la libertad de expresión, que es el eco de la libertad de conciencia”

A esa defensa de la libertad de expresión os llamamos hoy desde esta tribuna, cuando la sangre de once periodistas, –dos de ellos ciudadanos españoles–, riega aún la arena de Irak.

 En reconocimiento a su sacrificio, os pedimos, no el aplauso agradecido y solidario, sino la defensa de la causa por la que han dado su vida: la libertad de todos, que tiene su base en la libertad de expresión, que algunos erróneamente creen que pueden cercenar con un misil o un obús. Demostradles su error, reclamando, sin desfallecer, el derecho a ser informados, como mejor garantía de una sociedad libre.

A veces, los periodistas, mojamos la pluma en sangre ajena y escribimos pensando que es inspiración. Cuando, -como ocurre ahora-, la sangre es propia, -la de Julio, la de José-, no llegan las palabras al papel. No es, sin embargo, el interés bastardo del corporativismo, quien hoy nos lleva a transmitiros estas palabras sin inspiración, sembradas tan solo de impotente rabia. Es la voluntad de proseguir la estela, -no solo de quienes físicamente han muerto en Irak, bajo el misil ciego de un dictador, o el obús asesino de un invasor ilegal- sino de los periodistas que, a diario, morimos en espíritu crítico, en voluntad de servir a nuestros ciudadanos, en todas las redacciones, a manos de los asesinos de la verdad.

Decía un defensor de las libertades, como era Martin Luther King, -también mártir de ellas-, que “nadie se nos montará encima, si no doblamos la espalda”. Desde aquí, en este acto por la libertad, que es lo que significa un acto contra la guerra, la injusticia, la ilegalidad y la mentira, os pedimos ayuda para mantenernos en pié, sin agacharnos; porque el peso de la verdad, el ronzal del dinero, o las bridas del poder, nos doblan con más frecuencia de la que nuestra conciencia nos grita.

No queremos más sangre inocente sobre una humanidad silenciosa.

No queremos intereses pisoteando la verdad.

No queremos falsas noticias en nuestros informativos.

No queremos unas empresas periodísticas que traicionen nuestro trabajo por su beneficio político o económico.

Demostrémosles el poder de la palabra. A los señores de la guerra; a los señores de vidas y haciendas.

 Ayudadnos a ello siendo la inspiración permanente, con solo que gritéis, masivamente: ¡viva la libertad!

Por la libertad de expresión; por la sangre de Parrado y Couso:

¡¡¡¡ VIVA LA LIBERTAD!!!! . ¡¡¡¡VIVA LA PAZ!!!!

Manifiesto contra la violencia

Sábado, 28 de noviembre del 2009

“Recogemos aquí un manifiesto publicado en el año 2000 con motivo del Día de la Libertad de Expresión y tras el asesinato por ETA del periodista vasco José Luis López de Lacalle. Esta declaración sigue tan vigente como el primer día”

 

 

Hace tan solo unos días, los periodistas asturianos hacían público un manifiesto en el día de la libertad de expresión, dirigido a cuantos intentan poner mordaza a una sociedad libre y soberana.

Hoy, cuando los asesinos persisten en hacernos renunciar a ese derecho de decir en voz alta lo que nuestra conciencia nos dicta, no solo los periodistas, sino la sociedad asturiana entera, a través de sus representantes democráticos, queremos asumir y repetir ese manifiesto con una voz convertida así en clamor, para que llegue con claridad a cuantos creen tener balas suficientes para silenciar a todo un pueblo:

 

Nosotros, los ciudadanos asturianos libres. Los adultos que hemos luchado por arrancar las libertades en convivencia. Los jóvenes que perseveramos en mantenerlas. Y los niños que nunca renunciaremos a crecer en ellas…

 

AMPARÁNDONOS

en el artículo 20 de la Constitución Española de 1.978, en el artículo 12 de la declaración de Virginia de 1.776, en el 11 de la declaración de derechos del Ciudadano de la Revolución Francesa, en el artículo 19 de la declaración Universal de derechos humanos de 1.948, en el 10 del Convenio Europeo de protección de los Derechos Fundamentales, y en cuantas Constituciones democráticas y textos legales consagran en todo el mundo la libertad de expresión. 

PROCLAMAMOS

que la libre comunicación del pensamiento y la opinión, es uno de los derechos más preciados del hombre. Que solo la información hace soberana a una sociedad, y solo una sociedad soberana es una sociedad democrática. Que, si la libertad significa algo, es el derecho a decir lo que algunos no quieren oír. Que la existencia de unos medios de comunicación sin mordaza, es la garantía y defensa de las libertades públicas frente a cualquier posible arbitrariedad del poder.

Por ello, NOS DIRIGIMOS

a los intolerantes, que no aceptan la expresión de otras razones que las suyas.  A los poderosos que utilizan la mordaza del dinero. A los gobiernos que aplican la fuerza de la represión como método contra la disidencia. A los violentos que creen que los silenciadores de sus armas pueden acallar también el clamor de un pueblo, y que el ruido de las bombas ahoga la voz de quienes no opinan como ellos…

para EXPRESARLES, en alta voz,

que el poder de la palabra es invencible. Que el bastión de la conciencia no puede ser asaltado, porque es irreductible. Que siempre perderéis la guerra por esa libertad última:

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, QUE ES EL ECO DE LA LIBERTAD DE CONCIENCIA.

Hoy, este manifiesto va expresamente dirigido a ETA, para que sepa que no puede acallar la voz de un pueblo. Para que asuma que el fascismo nunca ha podido, ni podrá, rendir a la libertad.

Para que sea consciente de su paranoia al creerse un ejército gudari, cuando no son más que una banda de asesinos.

Nuestro silencio, ¡oídnos bien!, no es de miedo, sino de repulsa y desprecio.

De homenaje a José Luis López de Lacalle, a quien erróneamente creéis haber hecho callar.

Nuestro silencio es su altavoz, porque nos queda siempre la palabra.

Esos cinco minutos de silencio ,que hemos guardado, han sido para que todos puedan oír el grito que, con su lucha, pronunció José Luis en vida:

 ¡LIBERTAD!.

 

Asociación de la Prensa de Oviedo
C/ Melquiades Alvarez, 16, 1° izqda - 33002 - Oviedo

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Tel: 985 22 57 63

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